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El aprendizaje es un valor. Y las personas estamos ávidas de aprender. No hay reconversión hacia un futuro profesional mejor, sino hay aprendizaje. Aquí encontrarás algunas experiencias que te ayudarán en tu proceso de dirigir tu propia vida y guiar a otros, hacia sus nobles metas.

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viernes, 20 de noviembre de 2009

Liderando a mis hijos empleados (I)


No es una situación muy corriente, pero ocurrió hace muy poco.

Nuestro personaje decide disolver una sociedad que había heredado de su padre, y que tenía con sus hermanos. Pues como las cosas no funcionaban, decidió poner punto final a esa sociedad y con los emprendimientos que le tocaba a él, iniciar una empresa de familia, ..." pero sin los vicios y trampas en las que habñia caído antes".

Claro que es una apuesta valiosa. Sabe que no quiere cometer los errores que vió en la sociedad anterior.

Se queda con un tambo y una bodega. Ambos emprendimientos tienen su impronta y horas de trabajo e inspiración.

Decide acudir a una persona que lo ayude a .... " que no pase lo mismo que antes...."

La situación financiera de la bodega es delicada, pero sus vinos son buenos y confía en sus hijos para hacerla crecer.

La situación es complicada, cerrar una sociedad con hermanos que no tiraban para el mismo lado. Mantener el negocio como fuente de desarrollo personal y como fuente de ingresos para mantener una familia. Ajustes económicos, privaciones seguidas,...
Exportaciones que no se realizan. ...... Cansancio

Esta persona acepta ayduarlo.... y consideraba - desde su cátedra - que nada mejor que un buen taller sobre lo que es una empresa de familia, sus foratalezas, trampas, el sistema de los 3 círculos, el protocolo familiar,......... Sería una buena solución para evitar: "no terminar como el terminó con sus hermanos".

A medida que comienza a trabajar, descubre que como persona que debe liderar este emprendimiento tiene un tono emocional muy negativo. Que como todo emprendimiento necesita de alguien que ejerza el liderazgo, con todo lo que implica en la dirección de personas que están o "estarán" en la organización.

Se planteaba el consultor: como hacer crecer el entusiasmo de esta persona? Que partes de su corazón y de su razón deberían activarse para que sienta, y haga sentir entusiasmo en sus nuevos colaboradores? Hay algún método?

El consultor podría pensar si aquí no hay liderazgo de parte de nadie, no voy a poder trabajar. Siendo muy válido el razonamiento, no parece muy humano. Pero en donde tengo que "encasillar esta clase de problema". Con un plan de negocios renovado de la bodega, se podrá entusiasmar? Pero, como hace el plan si está perdiendo el entusiasmo?

Me pregunto y vienen a mi mente estos aspectos del "influir en los otros". Y para esto es necesario "fuir" con uno mismo.
Por este camino, siente el consultor, que puede hacer cosas,.....

El problema ahora quedaria redefinido: como hacer que nuestro empresario, "fluya" en su trabajo. Disfrute de sus actividades. Como quitar el foco de los resultados para obtener placer por el mero hecho de realizar lo que cada actividad de la bodega requiere? Siente que por este camino, nuestro emprendedor caído, decepcionado, cansado, "...deprimido..." podría ver el sol.

Ayudarlo a descubrir una experiencia positiva en su desenvolvimiento de la actividad de liderazgo. En esta experiencia puede nuestro empresario ver esto como una tarea que tiene su fin propio, y no sólo que debe alcanzar unos determinados resultados que lo ayuden a sobrevivir entre las empresas competidoras, o el medio de mantener una familia, .....Puede ser capaz de ver las cosas así? Cómo compatibilizar las tareas operativas que le causan tanto placer con las directivas? Se puede?

Para esto necesita aprender nuevos hábitos, descubrir nuevos valores. Estaba preocupado por mantener una buena relación como padre y también ser el "gerente" de sus hijos: se puede compatibilizar? Aquí recuerdo un artículo de mi amigo el Dr Marcelo Vazquez Avila, donde hablaba de "ser actor". Puede actuar en un momento como gerente general y en otro como padre. Qué necesita? Al final en esencia es él mismo.

Comenzó el consultor a sentir lo que Ronald Heifetz llama problemas no técnicos. Debería nuestro empresario aprender, ver como lal conducción de sus hijos no es incmpatible con la conducción de sus hijos-empleados. Que conducir hijos, tiene que ver con conducir personas, y conducir personas es una serie de acciones aplicadas en forma sistemática que tiene que ver con definir objetivos, organizar el trabajo, comunciar, valorar el desempeño, motivar, formar, capacitar,..... Y todo esto con su personalidad, su forma de decir, comunicar ,.... con buen y mal humor, con firmeza, caracter,.....

Así la solución es un aprendizaje, romper formas de hacer por otras nuevas. Y puede y quiere hacerlo, sólo que ......... hay que pasar ese período doloroso de dejar de hacer lo que sabemos y adentrarnos en ese nuevo mundo desconocido de formar nuevas competencias, a través de nuevos hábitos. Y buscando experiencias de flujo, donde el tiempo vuela, donde nos concentramos en algo, nos olvidamos de nuestra situación, el desafío es el gran motivador, y las capacidades se igualan al nivel del desafío.

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