Una de las principales tareas del fundador o máximo directivo de una Empresa de Familia (EF) es conducir a sus hijos o miembros de la familia en su rol de empleados. Este artículo puede ayudar a repasar las características de este aprendizaje de forma de hacer más eficaz y placentero.
Tal vez piense que a su edad (adulto maduro) el tema del aprendizaje queda relegado por temas estratégicos de desarrollo del negocio; pero permítame amigo lector, plantearle que dirigir a sus hijos debe estar dentro de su agenda estratégica.
Para conducir a sus hijos, ocupación que le debe llevar gran parte del día, debe partir de algunas premisas: sus hijos tiene un talento: una gracia natural, facilidad para realizar con gozo alguna tarea relacionada con las actividades de su negocio. Por lo tanto, es su obligación descubrirla y hacérsela descubrir y usarla para el beneficio de su negocio. Para esto, la observación es clave y en tu rol de entrenador debes ayudarlo a que viva estos tres puntos tan claramente explicados en el libro El Código del Talento del periodista y director de la revista Outdoors en EEUU Dan Coyle.
Quizás este artículo te pueda ayudar a repasar que estas haciendo en estas tres áreas en forma simultanea para lograr que los miembros de tu familia se enamoren del emprendimiento que has fundado o bien heredado.
Los tres puntos que nuestro autor señala son:
- la practica intensa realizada con pasión
- motivación , energía
- admiración por un maestro, instructor
Práctica intensa: es este esfuerzo reiterado a pesar de los errores. El manejo del error. Qué tema? Puedes preguntarte como manejas el error: castigas, es una oportunidad de entrenamiento, lo provocas, reflexionas sobre él?...... Este esfuerzo reiterado, supera las cuestiones del sentimiento: “ las famosas ganas que tengo hoy de hacer esto o aquello”, “el estado anímico”, el “ no me siento bien....” en las tareas que les hayas asignado. La práctica intensa la debes hacer cuando le asignas una responsabilidad que esté igualada con sus actuales capacidades. De forma tal que el/ella la sienta como un desafío, pueda obtener resultados rápidos, y fundamentalmente sienta gozo en realizarla. Podrías definir cuáles son estas tareas de tus hijos? Cómo eres padre/madre y a la vez directivo, tienes la responsabilidad de encontrar cuando el miembro de la familia ha desarrollado nuevas condiciones (aprendió temas, técnicas, conocimiento nuevo) para que en esta “nueva situación” pueda volver a sentir ese gozo en hacer esa tarea. Es el momento de asignarle una nueva responsabilidad, para evitar el aburrimiento y consecuente enojo con su padre-directivo y caigamos en el mundo de las desmotivación, que ya sabes que ocurre.
La práctica intensa requiere disciplina, organización de las tareas, manejo del tiempo, trabajar con un sistema de prioridades, insistir una y otra vez, teniendo siempre a mano la rutina del manejo del error, que analizado, corregido te permita practicar más velozmente. En el error lo razonas con el/ella, lo haces partícipe , intentas preguntar más que en dar respuestas para que use la creatividad que está en el lado frontal derecho de su corteza cerebral y si esta no es su preferencia natural, tal vez use la lógica para resolver el problema. La práctica intensa en las actividades que le hayas definido deben ser autotélicas, es decir, deben tener un fin, objetivo en sí mismas. Sin necesidad de que sirvan para algo. Ayudalo a que se ponga sus propios objetivos, records, en eso que está haciendo, aunque sea simple, trivial,,... siempre se puede encontrar nuevos objetivos de mejora en la carga de comprobantes, el seguimiento de un trámite, la definición e implementación de una estrategia, …..etc.
Cuanto más lo haces trabajar en forma intensa, en su interior (biológicamente) ocurre que neurológicamente hablando, está la mielina. Una capa aislante que envuelve a las fibras nerviosas y aumenta la fuerza, la velocidad y la precisión de la sinapsis (conexión neuronal). Cuanto más entrena una persona, más se “mieliniza” el circuito neuronal. “La mejor manera de construir un buen circuito es activarlo, prestar atención a los errores y luego activarlo de nuevo una y otra vez. El esfuerzo no es una opción, es una exigencia biológica”.
Por último, para la práctica intensa debes pensar en alguine que en tu vida como emprendedor te resulta muy familiar: la voluntad. Ella es al capitana en este tema. Deja en manos de ella la conducción de esta parte del desarrollo de tu empleado-hijo, y cuando el sentimiento (no estoy bien, no, no tengo ganas) quiera recuperar el espacio que le arrebató la voluntad, junto con tu inteligencia lo subordinas (en este momento) a las órdenes de la voluntad.
El psicológo sueco Ericsson observa que Mozart escribió el primer concierto que puede ser considerado una obra de arte cuando tenía 21 años, es decir, cuando ya llevaba 10 años de práctica intensiva. Aquí radica la clave de su éxito.
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