Tal vez uno de los deasfíos principales que encontramos aquellos que intentamos ayudar a las personas en la conducción de sus vidas y en el ejercicio del liderazgo, es entender por qué nos cuesta tanto realizar cambios en nuestra vida. Es que pensar en cambiar: un hábito, una conducta, una actitud, que nos damos cuenta que no es positiva en nuestra relación con nuestros colaboradores, está destinada a fracasar.
Razones para no cambiar van desde lo motivacional : "... si me diera cuenta lo importante que es para mí...", o bien no asumirlo con determinación "... no estoy preparado...", inclusive dejamos en manos de la voluntad (como facultad que le pertenece a otro, no a mí), "... soy un poco flojo.....". Creo que podemos completar la lista, con otros conceptos que suenan creíbles y hasta justificables.
Y .... si nada de esto pasa? Estaríamos dispuestos - por un instante - de muy largo tiempo - a bloquear ese sistema inmunológico emocional que tenemos (ver Inminunity to change de Kegan y Lahey) que se activa cuando hay un ataque del exterior, y que se organiza para recharlo.
De acuerdo con Kegan y
Lahey, cuando alguien intenta cambiar un sistema que funciona bien, el
sistema inmunológico emocional salta a la acción para mantener a la persona
segura y para prevenir sentimientos de ansiedad, culpa, vergüenza, temor y
otras incomodidades emocionales. Podemos tener dificultades para identificar
nuestras propias emociones. En lugar de percibir que estamos incómodos
enfrentando el cambio, podemos sentir que somos indisciplinados, estamos
desmotivados, que evadimos o que lo dejamos a la desidia. Si no entendemos los
sentimientos que estamos evitando, no seremos capaces de dirigirnos a la
verdadera razón por la que el cambio no ocurre.
Supongamos que algo o alguien (seguramente la intuición, si no la censuras,... independientemente del estilo de predominancia cerebral preferido (Frontal Izquierdo, Frontal Derecho, Basal Izquierdo, Basal Derecho) o bien un colaborador que te cuenta que no se siente cómodo con los objetivos que les asignas, o reconocido, ó que puede dar más si tu control,.... Y efectivamente la persona tiene un mayor potencial que no ha sacado a la luz en todo el tiempo que llevan juntos,....
Decides hacer algo. Tal vez intentas definir un nuevo proceso, procedimiento, técnica,.... Una vez por semana hablaré con él, le preguntaré cómo está, repasaremos las acciones, dificultades, .... y le definiré nuevos rumbos de acción. .... En definitiva, tomamos la situación (problemática) como un reto o tema "técnico", y que como tal merece una solución "técnica" (conjunto de pasos, en una secuencia determinada, con un producto bien identificado en cada etapa..).
Un abordaje alternativo puede ser plantearse: qué quiere realmente esta persona de mí? Qué estoy haciendo para producir esto? Dónde me estoy concentrando y dónde se concentra mi colaborador? Y entonces decides que quieres indagar más, que un cambio actitudinal puede ser: escuchar sin dar respuestas (aunque creas tenerlas), ocuparte por reconcer las emociones que presentes en el otro, obtener de ella/él que sea capaz de describir lo que le produce, el impacto en su vida, su autoestima, si cae en altibajos depresivos,....
Bien, hecho el plan en la mente, está bueno. Cuando el control lo toma el hemisferio izquierdo de la corteza cerebral : no haces nada de eso. Qué paso?
Un punto de partida, también de Kegan y Lahey, aconsejan descubrir los verdaderos sentimientos, esa agenda oculta (inconsciente) .... que hay y que está inhibiendo, obstaculizando, nuestro propio cambio. La brecha entre lo que
queremos y lo que hacemos es una señal segura de que hay una recompensa en lo
que hacemos, algo que nos está protegiendo de la incomodidad emocional. Esa incomodidad emocional que va a provenir de modificar la forma de conducir a ese colaborador. Tal vez, estés saboteando tu propio cambio porque salir de una zona de confort, implica que puedes actuar de una manera en la que no serás reconocido (aunque no tengas jefe) por tus colaboradores. Y estos te rechacen,... Porque es atender un tema (problema) más a la lista de los que ya tienes.
Por ahora (el artículo continuará) concéntrate en esto Definiré un compromiso de cambio y revisaré qué estoy haciendo (acciones y emociones asociadas), en lugar de aquello que quiero hacer.
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