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lunes, 2 de noviembre de 2015

Algunos aspectos de la motivación

César Isola

Considerando la raíz de la palabra y su íntima relación con la emoción, un directivo (persona que dirige gente) debe plantearse : qué emociones debo ser capaz de generar y despertar para que ocurra el fenómeno motivacional en cada una de las personas que dirijo? Así es sinónimo ayudar, provocar, incentivar una emoción con ayudar, incentivar, provocar una motivación hacia algo que queremos que suceda.
De aquí podemos determinar que las emociones determinarán la dirección que tomará el comportamiento  y que el impacto motivacional puede favorecer o bloquear la capacidad que tiene el cerebro de atender a un determinado estimulo y así aumentar o disminuir las probabilidades de aprendizaje.

El fenómeno motivacional va a ocurrir en la persona, cuando el directivo trabaje uno de los factores: que es crear las condiciones necesarias, favorables, para que ocurra en sus colaboradores.  Por ende, la motivación hace que el directivo deba hacer foco en un tema y no en otro. Concentrarse en una sola cosa a trabajar en cada persona. La primera pregunta que debe hacerse es cómo puedo hacer para que mi colaborador haga foco en esta situación, comportamiento, que quiero que haga, corrija, practique,.... Luego, la segunda pregunta, es como hacer para que siga en el tiempo, es decir, mantenga el foco en ese tema... Por tanto el sistema atencional del directivo y del colaborador deben estar en la misma dirección. 

Si la Atención dirigida por el colaborador la percibe como  amenaza, se prepara hacia el rechazo y si la Atención dirigida la ve como recompensa, va a percibir beneficios futuros, placer, .... logrará en su colaborador la activación de la vía dopaminérgica.

El directivo necesita crear unas condiciones para que el colaborador encuentre un sistema de seguridad emocional donde se sienta bien. Y a pesar de que esté haciendo algo que no queremos, que sus resultados no son los deseados , .... debe encontrar la emocionalidad positiva para que corrija ese comportamiento por otro que le provocará un beneficio futuro, placer... El directivo debe saber como crear un sentimiento de bienestar, de cosas nuevas, de curiosidad, de acudir a esos bancos de memoria asociados al placer en el colaborador, logrará que se activen en él / ella, la vía dopaminérgica y esto lo va a llevar a poner foco en el aprendizaje de la nueva situación , comportamiento que queremos que tenga, corrigiendo eso que no es parte del proceso en el que trabaja. 

En términos muy profundos el jefe debe lograr que en el colaborador se active este neurotransmisor (sustancia del cerebro) llamado DOPAMINA (que se asocia al placer). Algunas características de esta sustancia:

- neurotransmisor clave en el proceso de motivación
- activa los centros motores: nos ayuda a ponernos en marcha para corregir: aprender una nueva técnica, practicarla e incorporarla como hábito
- potencia la atención y la memoria : es fijadora de memoria de largo plazo. El nuevo comportamiento o conducta que tenga lo usaré en muchos ámbitos de mi vida por mucho tiempo
- crea deseo y anticipa el placer o recompensa: la ansiedad de que las cosas ocurran como deseo , de visualizar como quedarán, de como los nuevos comportamientos mejoran los procesos en la empresa,.. activa el sistema de recompensa
- nos hace superar obstáculos en busca de esa recompensa
- nos hace percibir la realidad de significados positivos

El directivo que maneja estos conceptos tiene estos recursos en su colaborador para lograr que cambie la forma en que realiza una tarea, adecuándose más al proceso normatizado y standarizado como buena práctica. El directivo falla a veces en las condiciones, estímulos, palabras, gestos, faltas de escucha, que hace y entonces no logra activar en su colaborador la posibilidad de que se active la dopamina. Y por ende, la persona toma una dirección diferente a la que esperábamos. Y en esta situación sepa que no llegó al cerebro emocional (amígdala, como referente del mismo) de su colaborador. Si con su estilo de liderazgo, sus acciones, estímulos, palabras, gestos, pensamientos verbalizados, pasa todas las barreras y la amígdala lo ve que como algo positivo, placentero, conseguirá despertar el interés y curiosidad  en ese colaborador. Y luego la misma dopamina, dará órdenes a la corteza prefrontal para que tome fije la atención, y ponga todos los recursos para que salga el comportamiento que estamos esperando que tenga: pensar, analizar, resolver situaciones futuras, anticiparse, innovar, buscar alternativas, ....

Hasta aquí el directivo pudo lograr que el colaborador "busque" tener un deseo, impulso. Esto no es suficiente. Lo debe llevar a la acción, a que tenga una tensión sana, de querer aprender nuevas cosas para obtener hacer tareas más relevantes o diferentes que la hagan salir de esa zona de confort. Esto lo va a conseguir, nuestro colaborador gracias a la Adrenalina, que hace que el cerebro se ponga en movimiento. Y este circuito se va a cerrar cuando en nuestro colaborador las nuevas acciones le produzcan placer, satisfacción. Y aquí interviene la Serotonina, - neurotransmisor que frente a lo que se quería obtener nos da una sensación de alegría - que hace que el ciclo quedará cerrado y habremos conseguido  que "incorpore emocionalmente lo que le estamos pidiendo que haga".

Recuerde el ciclo:

  • Generar acciones de búsqueda para algo en particular una sola cosa, no muchas. De a una por vez. Para esto sepa PLANIFICAR
  • Luego impulse a la acción, probar, experimentar, hacer, 
  • Celebre los logros:  la satisfacción que produjo hacer las acciones


Sabe cuanto puede durar este ciclo: 5 minutos.............

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